Este miércoles 25 de mayo, la Associació Catalana de Ràdio (ACR) ha hecho público un informe sobre la afectación de las radios ilegales en Catalunya. Las conclusiones indican que dicha situación provoca graves perjuicios tanto sociales como económicos, y que acaban perjudicando a los oyentes, a las administraciones, a las emisoras con licencia y a los vecinos de los centros emisores, a los que puede afectar la salud.
El perjuicio de estas emisoras sobre la audiencia se traduce en la pérdida de calidad y de cobertura de la señal de las radios con licencia. El perjuicio sobre las radios con licencia afecta por la disminución de oyentes y por la pérdida de ingresos publicitarios (entre 900.000 y los 2,3 millones de euros anuales menos) y lugares de trabajo. En relación a los vecinos de las zonas donde están instaladas las antenas sin control, estas incumplen los criterios de protección sanitaria para las emisiones radioeléctricas.
Además, las administraciones- a quien la ACR califica de ineficaces- dejan de recaudar las tasas y impuestos correspondientes.
En estos momentos en Catalunya hay 126 emisoras ilegales contabilizadas, de las cuales 90 están en Barcelona, 11 en Tarragona, 15 en Girona y 10 en Lleida.
En la imagen, un ejemplo de la calle Labèrnia de Barcelona.
