El interés por la radio de los años 30 no paraba de crecer. La producción de radio propia no obviaba el panorama internacional. Así, por ejemplo, en la revista “Catalunya Ràdio” del 8 de abril de 1933 –que editaba Ràdio Associació de Catalunya para dar a conocer las actividades de su emisora- se especificaban los listados de las más de 80 emisoras internacionales que se podían escuchar desde Barcelona, tanto en Onda Media como de Onda Larga.
La estima por la radio no entendía de competencias. Por ello, la revista especificaba, además de las propias programaciones, las semanales de las principales emisoras extranjeras. Había de la Unión Soviética, Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, Hungría, Holanda, Polonia, Suiza o Checoslovaquia, con espacios basados en la música y la información.